Respondemos a la amonestación del Colegio de Médicos Veterinarios del Distrito Capital y del Estado Barinas sobre la realización de procedimientos en espacios no convencionales. Reafirmamos nuestro compromiso con las comunidades menos favorecidas, respaldados por entidades como el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, fundaciones y protectoras independientes nacionales e internacionales, además de unidades de gestión municipales de diferentes estados, y departamentos como Zoonosis Carabobo. También es importante recalcar nuestra colaboración con Misión Nevado, instituto creado por el estado para apoyar en esta loable labor.
Nuestro trabajo es legal, necesario y urgente, conforme al artículo 7 del Código Deontológico, que nos impulsa a actuar en situaciones de calamidad pública sin esperar retribución. Estamos al frente de la lucha contra la sobrepoblación de animales, una verdadera crisis que requiere acciones concretas y no competencia desleal.
Urgimos a los colegios veterinarios y a la comunidad en general a unirse a nosotros en este esfuerzo humanitario. Solo juntos podemos mejorar la situación de los animales en Venezuela y responder efectivamente a esta emergencia sanitaria y social.
Para garantizar la justicia y uniformidad en nuestras evaluaciones, es esencial que las supervisiones en diferentes regiones del país sean llevadas a cabo por veterinarios con experiencia específica en quirófanos itinerantes y en la atención de perros y gatos. La elección de supervisores con conocimientos no adecuados a nuestras actividades puede tener claras intenciones de obstaculizar nuestra labor, demostrando un gran desconocimiento sobre la necesidad vital de estos servicios.
Nuestras operaciones están firmemente alineadas con los principios éticos y deontológicos de la medicina veterinaria, el artículo 7 del Código Deontológico, que estipula: «El veterinario debe prestar asistencia profesional en casos de urgencia o calamidad pública, sin esperar retribución y sin distinción de persona.» Este mandato nos obliga a actuar ante la sobrepoblación de perros y gatos, una urgencia que afecta gravemente el bienestar animal y la salud pública. Además, el artículo 21 del mismo código nos impulsa a priorizar la sensibilidad social y el servicio a la comunidad, principios bajo los cuales operamos constantemente.
Hacemos un llamado a todos los colegios veterinarios y a la comunidad en general para que reconozcan y apoyen la importancia de estas actividades. Es imperativo que trabajemos juntos para promover la salud y el bienestar animal en cada rincón de Venezuela.
Esperamos que este mensaje sirva no solo como un recordatorio de los desafíos que enfrentamos, sino también como un llamado a la acción para que, juntos, avancemos hacia soluciones efectivas y justas para la sobrepoblación animal que tanto afecta a nuestras comunidades.
Atentamente,
Médico Veterinario Adolfo Perozo
Control Ético Animal
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